Tanto el chupete como el biberón son grandes aliados de los padres en el marco de la crianza durante los primeros meses o años de vida de los bebés. Ahora bien, extender demasiado en el tiempo el uso de este tipo de elementos no es muy recomendado, y a todos les llega el momento de la despedida. Si te preocupa no saber cómo quitarle el chupete a tu hijo de la manera correcta, en el artículo de hoy tenemos algunas recomendaciones y consejos que probablemente te sean de utilidad. ¡A tomar nota!
¿Cuándo quitar el chupete a los bebés?
La pregunta de cuándo se debe quitar el chupete a los bebés ronda en la cabeza de los padres desde siempre: muchos temen no escoger el momento adecuado y generar algún tipo de trauma en su pequeño, por lo que el debate sobre cuál es el momento oportuno para retirar el chupete es constante y las opiniones son diversas.
La mayoría de los odontólogos especializados en pacientes pediátricos creen que lo mejor es quitar este elemento antes del año, para que no perjudique en el desarrollo tanto de la mandíbula como de los dientes. La realidad es que la necesidad de succión aún se mantiene al año de vida, por lo que muchos padres creen que es demasiado pronto para quitarlo. Ante esta ultima situación, siempre se puede optar por diferentes alternativas de chupete que existen en el mercado y que ofrecen una estructura y anatomía más saludable y que evita interferir de manera tan directa en la dentición.
Consejos para quitar el chupete
Una vez que hemos tomado la decisión final de quitarle el chupete a nuestro pequeño, llega el momento de ponernos manos a la obra y encarar este difícil proceso. Veamos algunas recomendaciones para que todo salga lo mejor posible:
El momento oportuno. Es imprescindible que cuando decidamos quitar el chupete a nuestro hijo tengamos tiempo disponible y nos encontremos tranquilos, sabiendo que estamos a punto de embarcarnos en un proceso complejo y que nuestro pequeño necesitará de apoyo y paciencia para olvidarse de su chupete.
Comunicación. Hablar con los niños siempre es una buena forma de encarar un cambio radical en sus vidas. Con paciencia y con el lenguaje adecuado, debemos explicarle que ya es un chico grande y que no necesita más de su chupete.
Reafirmación positiva. Esta herramienta es muy efectiva sobre todo para pequeños mayores a un año. Elogiar y puntualizar aquellos momentos en los que el niño actúa como se le pide es una gran manera de reforzar las actitudes y conductas que queremos.
Un sustituto. Es muy común que un niño que ha sido separado de su chupete atraviese una crisis: llorará y gritará, pero aún cuando pueda resultar desesperante debemos permitirle expresar sus emociones. Lo mejor para tratar de aplacar su malestar es ofrecerle un sustituto que funcione como recompensa y que reemplace al chupete. Podemos utilizar vasos con sorbete para que calme su ansiedad y necesidad de succión.